Introducción al tema:
Para llegar a la meta hay que cuidar cada paso, cada curva porque nuestra responsabilidad está en el proceso. Pero no puedes responsabilizarte ni controlar el resultado.
A considerar:
- Responsabilidad en lo que haces
- Diferencia entre metas/ fines y proceso
- Realidad y futuro
- Éxito y fracaso
Texto:
Las curvas del camino
Cuando planeamos un proyecto, ya sea un curso, una carrera, un evento, tu noviazgo, tu vida… las miras están puestas, como es lógico, en el final, en la meta a conseguir porque es la razón de tal proyecto.
Nuestras miras están continuamente en el final a conseguir, pero para llegar a ella hace falta que se superen etapas.
Entendí bien este concepto un día que estaba con unos amigos mientras veían una carrera de Fórmula 1. Comentaban la estrategia de uno de los pilotos en afrontar cada curva para no gastar goma de las ruedas y así asegurarse la llegada a la meta. También me sorprendió que ganara el campeonato final sin haber ganado aquella carrera. Me informaron que van sumando puntos en cada llegada a la meta, según la posición y así aunque pierdan en una carrera pueden seguir en primer lugar, ya que lo importante es el cómputo final.
El objetivo del piloto es ganar la carrera, para ello ha de llegar a la meta y poder puntuar. Cuenta con su coche y su pericia, pero entre el inicio de la carrera y el final está el camino, la estrategia de salvar cada curva adecuadamente y en eso fundamenta su atención continua y no en la bandera del final, que sabe está ahí pero que en el proceso de la carrera estará el poder llegar a ella.
Sí, el proceso, pocas veces ciframos la atención en él por estar con la mirada puesta en el final, en la meta. Nuestra responsabilidad está en cada curva, en cada lección, si eres estudiante, en cada examen, para ir sumando puntos y poder aprobar. Estamos tan preocupados por el futuro que no cuidamos el presente. El hacer de cada día.
En ocasiones me he sentido fracasada porque no llegué a terminar aquellos proyectos que me ilusionaban y que comencé, pero que por falta de tiempo, por considerarlos excesivos o no oportunos en ese momento abandoné. Comprendí que me fijaba siempre en la meta y no fui cuidando cada curva, no miraba la carretera que tenía delante sino la del final y con las curvas no veía clara y, si se han de recorrer 50 Km. He de ir metro a metro y si pinchas has de cambiar de rueda pero puedes llegar, si no el primero el segundo, el caso es llegar porque de la manera que yo lo hacía no había meta y eso me hacía sentir el fracaso antes de intentar llegar. Yo me había limitado el éxito.
Por lo tanto diremos que: “ Podemos responsabilizarnos del proceso, pero nunca del resultado. El resultado dependerá de lo que hagamos con el proceso” Pero no puedes responsabilizarte ni controlar el resultado.
Así se presenta esta semana el programa ‘De camino por la Vida’, dirigido por Ana María Zarzo, que se emite los jueves a las doce del mediodía y los lunes a las ocho de la tarde.