LOS OBISPOS DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
CONVOCAN UNA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PALMA
José Mazuelos, Obispo de la Diócesis de Canarias y Bernardo
Alvarez, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, han hecho pública una
carta conjunta en la que invitan a todos los canarios a orar por la isla de La Palma y sus
habitantes, acudiendo a la Madre de Dios y Madre nuestra para buscar consuelo y
refugio bajo su protección.
Ambos prelados han propuesto que se celebre una Vigilia de Oración
comunitaria el próximo 11 de octubre, víspera de la Bienaventurada Virgen María del
Pilar.
“Para ello les invitamos a acudir a los santuarios marianos y a los templos de
las patronas de cada Isla, pidiéndole a Nuestra Señora, que proteja al pueblo de La
Palma del volcán y frene sus efectos devastadores. Asimismo, invitamos a que, en las
parroquias y otros lugares de oración, según sus posibilidades, se pueda tener algún
momento de oración el mismo día 11”, expresan en la Carta conjunta.
Los obispos de las diócesis Canariense y Nivariense quieren agradecer la labor
de los científicos, que han permitido prevenir los riesgos en esta crisis volcánica; a la
vez que agradecen a las autoridades, fuerzas y cuerpos de seguridad, protección civil, y
a la ciudadanía en general, el acompañamiento a los damnificados. Sobre todo, el
esfuerzo por minimizar los daños personales y por evitar la pérdida de vidas humanas.
TODOS UNIDOS EN ORACIÓN POR LA PALMA
Carta conjunta de los Obispos
de las Diócesis de Tenerife y de Canarias
Queridos hermanos y amigos de las Islas Canarias:
Con dolor e impotencia estamos viviendo estos días la erupción de un volcán, en
la Cumbre Vieja de la Isla de La Palma. En primer lugar, hay que agradecer a los
científicos la aportación de todos sus conocimientos que han permitido prevenir
los riesgos; asimismo, reconocer y agradecer a las autoridades toda su entrega y
su lucha para evitar, como lo han conseguido hasta ahora, los daños personales y
la pérdida de vidas humanas.
Gratitud, y un aliento especial, para las fuerzas y cuerpos de seguridad: La Guardia
Civil, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas (particularmente la UME), la Policía
Canaria, la Policía Local de los Municipios de La Palma, los Bomberos de la Palma y
los llegados de otras islas.
También, valorar y agradecer el trabajo incansable de los miembros de
Protección Civil, de los Servicios Sociales y servicios de otro tipo, que se desviven
por atender a la población afectada. Igualmente, a todos los voluntarios de Cruz
Roja, de Cáritas, y de otras instituciones públicas y privadas, sin olvidar a las
personas particulares que han ofrecido sus casas y su prestación personal. Todos
ellos se están volcando para acoger, acompañar y atender las necesidades de los
damnificados. Por tanta generosidad, damos gracias a Dios y les encomendamos
a todos en la oración, para que les dé fortaleza en su servicio y experimenten la
alegría de hacer el bien.
Ante la fuerza de la naturaleza y, más concretamente, ante el rugir de la tierra,
sentimos la impotencia al comprobar nuestra pequeñez, incapaz de parar una
colada de lava destructora. La situación nos supera y las fuerzas humanas nada
pueden hacer para controlar un fenómeno natural como este, que se manifiesta
en los temblores sísmicos y en las abundantes coladas.
Ciertamente, como estamos comprobando, ante una catástrofe como esta, nadie
se queda indiferente. Particularmente, los cristianos, movidos por la fe en Dios –
Padre de todos- nos sentimos comprometidos a poner nuestro tiempo, nuestros
bienes y capacidades, al servicio de las personas necesitadas. Gracias a nuestra
fe, los creyentes, nos apoyamos en Dios “que es poderoso para hacer que
copiosamente tengamos más de lo que pedimos o pensamos, en virtud de su poder
que actúa en nosotros” (Ef. 3,20). Por eso, de la mano de Nuestro Señor Jesucristo,
estamos llamados a abrir nuestros corazones a Dios y pedirle que, con su fuerza
poderosa, actúe en nuestra historia y nos libre de todo mal.
En estos momentos dramáticos, ante la situación que se está viviendo en la Isla
de La Palma, revivimos nuestra confianza en Dios, le hacemos presente nuestros
sentimientos, le manifestamos nuestro deseo de que esta erupción volcánica
acabe pronto y le pedimos que no se produzcan más daños.
CARTA «TODOS UNIDOS EN ORACIÓN POR LA PALMA»
Y, ante los efectos ya producidos por la catástrofe, le encomendamos a las
personas afectadas para que les proteja del pesimismo y les dé fortaleza para
afrontar, con paciencia y esperanza, esta tribulación que están padeciendo.
Hacemos nuestro su dolor y pedimos a Dios que les conceda consuelo en su
aflicción; que, en esta difícil situación, sientan la cercanía y la ayuda por parte de
toda la sociedad, y que los programas de reconstrucción, previstos por las
instituciones públicas, les permitan rehacer sus vidas.
Cuando visitamos los santuarios marianos, en cada una de nuestras islas, nos
damos cuenta que en ellos se refleja la fe de nuestros antepasados que, a lo largo
de la historia, en momentos de dificultad, acudieron a la Virgen María. En todos
ellos, se manifiesta la realidad de un pueblo que no se deja engañar por la
presunción de quienes se creen que todo lo pueden. Por el contrario, muestran el
espíritu de las personas que, ante los males naturales, tienen clara conciencia de
su pequeñez e impotencia, y ello lo lleva a unirse en oración y súplicas al Señor,
contando con la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María.
Igualmente, la vida cristiana no está exenta de momentos de crisis y dificultades.
Lo vemos en el testimonio de los santos, en las pruebas que tuvieron que afrontar.
Pero, ellos nos enseñan que el secreto, para seguir caminando en las dificultades,
es la fe y la fuerza de la oración. Gracias a ella, pudieron perseverar y sostener a
otros en su peregrinar. Estaban convencidos que “con la oración damos lugar a la
acción de Dios en nuestra vida”. Todos estamos llamados a seguir su ejemplo.
Por ello, en esta situación dramática, cargada de sufrimiento y de angustia que
atenaza nuestro archipiélago, pues “todos somos palmeros”, acudimos a la Madre
de Dios y Madre nuestra, buscando consuelo y refugio bajo su protección.
Pidamos a la Virgen María que vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos, que
consuele a los que están afligidos por la pérdida de sus casas y de todos sus
bienes, y que infunda confianza en quienes viven en el temor de un futuro
incierto. Haciendo una paráfrasis de la oración del Papa Francisco, con motivo de
la pandemia, le decimos a la Virgen María:
María, Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta
dura prueba termine y que volvamos a encontrar en la isla de La
Palma un horizonte de esperanza y de paz.
Protege a todos los que se desviven por ayudar y evitar mayores
males. Acompaña su precioso servicio y concédeles fortaleza, bondad
y salud.
Madre Santa, acrecienta en todos nosotros el sentido de pertenencia
a la única gran familia humana, para que con espíritu fraterno y
solidario salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y
situaciones de miseria que genera este volcán.
CARTA «TODOS UNIDOS EN ORACIÓN POR LA PALMA»
Virgen María, Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos
atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de este
terrible volcán y que la vida en nuestro archipiélago y,
especialmente, en la isla de La Palma pueda reanudar su curso
normal con serenidad y en paz.
Nos encomendamos a Ti, Madre, que brillas en nuestro camino como
signo de esperanza. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen
María!
Pedimos la intervención de Dios para que nos ayude a todos a “saber estar” en
esta tragedia, poniendo de nuestra parte lo que somos, sabemos y tenemos al
servicio de las personas afectadas. Es por ello que seguimos pidiendo vuestra
generosidad, canalizada en donativos a través de Cáritas.
También, como Iglesia que camina en las Islas Canarias, “nos unimos en oración
por La Palma”. Lo hacemos de modo personal en cualquier momento y, mediante
una Vigilia de Oración comunitaria, el próximo día 11 de octubre, víspera de la
Virgen María del Pilar. Para ello, les invitamos a acudir a los santuarios marianos
y a los templos de las patronas de cada Isla, pidiéndole a Nuestra Señora, que
proteja al pueblo de La Palma del volcán y frene sus efectos devastadores.
Asimismo, invitamos a que, en las parroquias y otros lugares de oración, según sus
posibilidades, se pueda tener algún momento de oración el mismo día 11. Que ella,
nuestra Madre en la fe, siga siendo con su ternura y acogida amorosa, esperanza de
nuestro pueblo canario.
Es lo que, con todo afecto, deseamos y pedimos para todos.
6 de octubre de 2021.
Bernardo Álvarez Afonso, obispo Nivariense.
José Mazuelos Pérez, obispo Canariense.